El pasado miércoles 17 de mayo, a través del mecanismo constitucional conocido como “muerte cruzada”, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, decretó la disolución de la Asamblea Nacional (Poder Legislativo del país) y solicitó la convocatoria a nuevas elecciones. La decisión fue tomada por el mandatario en el marco del juicio político que se inició en ese órgano por supuesta malversación de fondos públicos.