El 14 de mayo, Türkiye celebrará elecciones presidenciales y parlamentarias en una carrera reñida, un escenario adverso, principalmente para la permanencia del oficialismo en el poder, y en un contexto de crisis económica y malestar social. Los comicios, que además coinciden con el centenario de la fundación de la República turca, inicialmente estaban programados para el 18 de junio, pero el presidente Recep Tayyip Erdoğan anunció el adelanto electoral, señalando que con este cambio se evitaría un choque con las festividades de la peregrinación a La Meca.